En este Bloque he aprendido lo importante que es hacer un buen menú diario, tanto para los niños que comen en el comedor escolar como para los adultos, que comemos fuera de casa. Debemos que complementar la comida con una buena cena. En cada momento del día debemos ingerir una proporción de alimentos adecuada para que la energía que nos aporten nos permitan realizar todas las actividades de la vida diaria.
He aprendido que existe una herramienta muy útil que se llama el balance energético que calcula la diferencia de calorías entre las ingeridas y las consumidas. Para calcular la energía consumida existe una tabla muy detallada del desgaste de calorías por unidad de peso que nos ayudará a calcularlo. Además he tomado nota del nivel de energía que una persona de mi edad debe consumir en términos medios. A pesar de este intento de medir el gasto de energía con estas herramientas existen causalidades que no se pueden plasmar en la tabla: enfermedades, condicionantes ambientales,...
Existen trastornos de la alimentación que son muy frecuentes en la actualidad como por ejemplo el sobrepeso, obesidad, trastornos de las conductas alimentarias, etc., que cuando afectan a los niños son extremadamente preocupantes por las consecuencias que les puede acarrear el resto de su vida.
Finalmente, me he dado cuenta de la suerte que tengo por no ser alérgica a ningún alimento, al menos hasta la fecha no he mostrado ningún síntoma ni de alergia ni de intolerancia. Sin embargo, como hay ciertos alimentos que no me sientan muy bien he decido hacerme una prueba de intolerancia a estos productos que me incordian un poquito cuando los ingiero. Así mismo, me parece muy complicada la labor de la hostelería para poder mostrar todos los alérgenos que pueden servir en sus menús, ¡¡que son un montón!!. Tarea que es imprescindible puesto que cada vez hay más personas con problemas de alergias e intolerancias alimentarias.
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